domingo, 24 de enero de 2016

Ya cinco décadas.
Aguanto
Obvio
Se distrajo,
No comía,
Pa' que, si
Su alrededor
Inquietante dormía.

Ya 18/250
Ya moría sigiloso.
El geranio
sólo le miraba,
entonces, decidió
ayuno para ver a
que le hablaba.
Semi marchita aún
Vociferaba, engulleciendo
Mis miradas y sombras
Preguntándome cada instante, ¿cuanto?.
Pregunta que amplifica,
la Aurora.
Yo sin eco,
Le decía llegaremos,
Basta de recuerdos.
Era un geranio, y yo
Más maldito por hablar con ella.
Sin períodos,
Gritos de vez en vez.
- he admirado el campo-
Por supuesto era el universo del geranio, pregonando sus ritos, de la tierra talento.
A su izquierda la flor, se marchita.
A su manera de encontrarle,
Decidio decirle y alejarse, sentenciando la fecha del regreso.
Según en cenizas me convierto.

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