domingo, 24 de enero de 2016

¡Deja que se quede!
Es la vida, que con frío,
Fea sorpresa.
Pero llama, a la puerta, con fulgor.
Ya entrometida la muete.
Grita con resplandor de años. Esa vida inquieta segura de su fin.
He aquí los días sin tormenta.
He aquí los días nublados muerte mía.
He aquí tus hijos son emociones.
Pero tuyos al fin.
Ahí vamos.

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