domingo, 24 de enero de 2016

Que me das mujer.
Empiezo tan como el sol en mi mente, luna romantica.
Dabas aire a las llagas, me dabas la logica y el desastre de no pensar.
Me dabas tu tristeza remendada. Me dabas pureza y piel, infierno y habitaciones de fuego.

Me dabas tu queriendo ser yo y la contraria viceversa, me dabas una alegria y luego me la qyitabas; y claro hacias un pastel, para culquier otro, suponias que lo comeria.
Me dabas tierra y consciencia de frutos.
Me dabas vainilla y cerezas, ardientes ramas de un arbol que no volvere a poseer.
Me dabas angustia cuando me lees y no me respondes, gloriosa forma de impacientar mi alma.
Me das aves de madrugada pero nunca amor mio ningun minuto de respiro diva.

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