El suelo da una fuerte opinión.
La cabeza en alto, no permite ver el lodo del adiós, fuerte dimensión del despojo y la falta de emoción. Que falta? si la obertura marcada en los pies fatigadosmuestra una nueva canción. Canción de muerte, que dice has de vivir marcado de la propia desicion, queríamos dormir pero el sueño nos atrapo sinceros equívocos de la muestra de piedad. Corrimos en el pasto de cemento, descalzos equívocos de la noche porque fuimos dioses poetas como luna o sol. Y crecimos en un intento de la equivocación, de ser errores humanos sin propiedad, personas sin más allá. Seremos colores y vértigo de la esperanza, somos oscuridad disfrazada de un adiós.
Dios
Si estas ahí, quítame un segundo la vida, vestimenta de lo astral. Quítamela, quemame en vida.
Mostrando como perdimos este fe que hace orar en tus rodillas.
Quemame y así tal vez no sienta. Que no vea la complejidad de tu construcción. Libre ser que me dio la elección, dame un segundo cielo y maravillas verdes. Dame tu sonrisa que me he ganado sin redención, y créeme te amo, a tu dios de los sueños carne de mi hambre y en sueño diles que me fui, que no hay culpable, sólo sol, sólo tu señor que en estas palabras, en las alturas del charco, en la inmensidad de mi dolor.
No tengo hambre sino promesas de un mundo mejor.
Si estas ahí, quítame un segundo la vida, vestimenta de lo astral. Quítamela, quemame en vida.
Mostrando como perdimos este fe que hace orar en tus rodillas.
Quemame y así tal vez no sienta. Que no vea la complejidad de tu construcción. Libre ser que me dio la elección, dame un segundo cielo y maravillas verdes. Dame tu sonrisa que me he ganado sin redención, y créeme te amo, a tu dios de los sueños carne de mi hambre y en sueño diles que me fui, que no hay culpable, sólo sol, sólo tu señor que en estas palabras, en las alturas del charco, en la inmensidad de mi dolor.
No tengo hambre sino promesas de un mundo mejor.
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