Cambiemos y venguemos.
Nuestras cifras.
Ya ni los muertos alcanzan para
justificar el hambre o la codicia.
Ya no hay corridos,
ni temple, ahora ente nosotros genocidio...
ya no más falsas esperanzas .
En sierra de Oaxaca
me decían mordiendo,
sin esperanzas al tío,
Ellos gritaban Sam,
diciendo yo Zapata.
No muerte sino insurrección;
Al que se oponga a esto.
Suerte y redención
quien por su patria murió primero.
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