sábado, 7 de diciembre de 2013

Tres guerras



Amanecer,
Sin lengua;
Ocasos distantes.

La razón
no sabe la elegancia
De gritar
De cómo hacerlo.

Más seguro;
el ego callado
que golpes
machos.

Así la insustancia vuelve  
la paradoja; entre simple
que parezca es al final
como fue negociada.

Para cálculos un sorbo de esta noche;
donde el lingo florece memoria de el
 árbol vida.

Tanta nostalgia de compaces
llena de luz trascendente;
señal de una sola pre conciencia.

Esto tenía que ser,
con sal y saliva compruebo que la mañana
 es de un solo rey Sol;
atrás la sinfonía del pasado
que ya entre los vislumbres
se ha convertido en un nuevo día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario