Amanecer,
Sin lengua;
Ocasos distantes.
La razón
no sabe la elegancia
De gritar
De cómo hacerlo.
De gritar
De cómo hacerlo.
Más seguro;
el ego callado
que golpes
machos.
Así la insustancia vuelve
la paradoja; entre simple
que parezca es al final
como fue negociada.
Para cálculos un sorbo de esta noche;
donde el lingo florece memoria de el
árbol vida.
Tanta nostalgia de compaces
llena de luz trascendente;
señal de una sola pre conciencia.
Esto tenía que ser,
con sal y saliva compruebo que la mañana
es de un solo rey
Sol;
atrás la sinfonía del pasado
que ya entre los vislumbres
se ha convertido en un nuevo día.
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