Hoy como la luz; se acaba.
Era ya una historia vana,
que se escribía en el viento
con acentuación de kilómetros.
Era ya una armonía fatídica
que pedía un esfuerzo
un poco mas que humano.
Era y tiempo de comprender la agonía,
y no porque fuera ajena,
sino porque no era; mía,
si no hubiera sido, la eterna promesa,
no hubiera fantasía, ni niños.
¡Si niños inocentes de sus putas!
y ¡si, de sus decisiones,
y ¡si, ingratos decimos
estamos solos!
cuando solo jugábamos
en el enorme vació que es la vida.
¿No ves?
Era la hora de la tontería donde
uno o dos; mejor tres tequilas explican mejor
al corazón donde perdimos.
Hábiles de dejarse,
pero vanos en olvidar,
por que si estas solo a dos metros
te comienzo a extrañar, tan solos;
tan sin mi, la diva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario