martes, 19 de noviembre de 2013

Amozoc



Padre eterno regresa la luna
a los senderos, perennes,
Quita las lluvias;
regreso de las estrellas,
siamesas.

Ruego entonces,
a la fortuna de mis pasos
que sin socorro le gane al
Diablo, porque mañana,
me muestran las noches, 
de qué están hechas,
volviendo días de paradojas.

Padre sabio
muestra me
de nuevo
tu rostro hecho,
de tormentas;
fuego y frutas.

No olvides
ningún hermano
viajero;
niños en tu mano,
soñadores
del regreso.

Padre omnipresencia,
Altivo,
Natura
Creativo,
Animal,
Cactos
Nagual,
Ignorante de Cristo,
di me otra vez como,
cuando y donde mi fe,
se vuelve libre albedrío.

Non dimenticare



¿Recuerdas el sátiro
en el índice de esa
Catedral de cebadas?

Aquel puente venezolano 

la muerte de nuestra
vergüenza, lira de Orfeo,
Silencio de frágil tabaco.

¿Recuerdas como temblaba;
con las pisadas en inverso,
el universo?

Impresa de deseo acción e
inclinación de 12 grados.

El tranvía nos muestra solos y tarde,
al irremediable hecho de que somos
un poema "A capillo usque ad ungues"

creando y partiendo al mismo destino.

¿Recuerdas las pinceladas angustiadas
por crear crisantemos en tu dorso,
mujer búho, espíritu de elegancia?

Mar rojo
Besos distancia;
Recuerdo solo,
Margarita.

¿Recuerdas las mordidas y
lo profundidad de las heridas
hechas por mis colmillos?

Nueva, Era.

Hoy como la luz; se acaba. 
Era ya una historia vana, 
que se escribía en el viento 
con acentuación de kilómetros.

Era ya una armonía fatídica 

que pedía un esfuerzo 
un poco mas que humano.

Era y tiempo de comprender la agonía, 

y no porque fuera ajena, 
sino porque no era; mía, 
si no hubiera sido, la eterna promesa,
no hubiera fantasía, ni niños. 
¡Si niños inocentes de sus putas!
y ¡si, de sus decisiones, 
y ¡si, ingratos decimos
estamos solos!
cuando solo jugábamos 
en el enorme vació que es la vida. 

¿No ves?

Era la hora de la tontería donde 
uno o dos; mejor tres tequilas explican mejor 
al corazón donde perdimos.

Hábiles de dejarse, 
pero vanos en olvidar,
por que si estas solo a dos metros 
te comienzo a extrañar, tan solos;
tan sin mi, la diva.

Genoveba Farinelli



La dama de la noche roja
la que en sus ojos tiene una
mirada leones, de ciclos
y deidades, vidas pasadas
en un plaza vieja de ilusiones.
Eras rojo, y atardecer, y luna
de paz, y un beso que no me das
y noches donde no soy, ese rose de
de rosas, esa imagen de pureza, 
de control Mussolini, te vi en la lluvia 
y en la playa, en una combi hasta tabasco, 
te vi en sueños y en mis putas desgracias
estabas ahí, dándome besos de calma, de 
paz y falta de muerte, nunca vi diablos
tan hermosos, solo, me quede en la lluvia de tu baile
y vi estrellas mirar, y vi moribundos resucitar
gracias a tu paz de margarita, siempre 

sencilla, pero presente día con día.
¿Quién  le gana
al todo, a la creación, y a la agonía
de los gritos que no das, quién le gana?.

Si miro fueron mis manos lunares, pero
¿sin soles?, ahora como humano debo sin ver seguir viendo, 
huyendo sin escapar, mejor un lugar, mejor un mar.

Y como llamo a tu felicidad, y como le hago
para no rezar, o escribo tal vez para meditar que ahora
ya no estas; pero siempre estuviste viéndome directo al alma
y danzando de las maneras mas deliciosas, de formas oblicuas
y sin ángulos de retrospectiva, porque eres velocidad, y un verano 
que vamos a postergar, somos, fuimos y seremos, noche roja.

Sed


Emanas agua
dulce cuervo
desde ese mirar
hasta donde termina
tu espalda.

Muerde la mascara.
(siendo yo sus espejos) 
vampiro de dolores,
cómplices oscuros.

Muerdo
simétrico 
de tu cuello
esa mascara
sonriente, 

(¡hienas de inconscientes!)

¡Muerde fuerte!
Regresa a tu animal
como éramos  
hace doscientos
siglos.

¿Recuerdas 
lo negro de la pasión?

Muerde necia,
única
sedentaria
de las reglas;
inamovible,
tapa la luna 
con un dedo. 

(mujer sol, ámbar)

Muerde caleidoscopica
"poupée de jade"
y con lágrimas 
dale paz a el universo,
que de sangre 
intrínseca esta hecho.

Muerde la verdad
para el fuego
para de mentir
(de sangrar al mismo tiempo) 
para te lo ruego.