sábado, 22 de diciembre de 2012

Sin tiempo.

Cuando éramos ciegos,
en el momento que
todo se erosionaba,
nuestras sonrisas,
esas miradas,
que antes eran fuego,
se volvieron crudas cataratas.

Vulgares,
decidimos entonces,
ser humanos de esos
que se caen a pedazos
por ilusiones, y mañanas
provistos de nada, cierto,
nos amamos,nunca nosotros
amabamos...
temerosos
de la primera persona.

Intentamos
rogabamos,
buscamos sonrientes
regurgitando placeres,
enlazamos el destino,
muro indeseable,
perpetuo de nuestros labios
mentirosos,
amargados por el viaje,
abandonandonos
extraños ya de nuestra carne.
Lapin Tochtli

No hay comentarios:

Publicar un comentario