A los relojes les falta carisma, a veces se visten de sonrisas y hay veces, de una dulce tela mortal, exiliando a las gaviotas dirección mar. No importa cuantas lunas vea, cada una es aun mas bella, directa, como si pudiera alcanzarla, comerla, en una idea, o como todos, en el infinito negro de los ojos cobre. A largo del tiempo entonces paso directo como un rayo, agitando corazones, y delicados colores, así sin que exista realmente, sigiloso al entrar en las piernas de la vida, ahora según yo soy una paradoja , sin saber o si, tal vez mil cosas.
Lapin Tochtli
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